Durant el viatge per presentar La PAH: Manual de uso als Estats Units vam conèixer diverses persones implicades en la lluita pel dret a l’habitatge a la ciutat de Nova York, que en aquell moment estaven totalment immerses en la campanya per tirar endavant la llei de Good Cause Eviction (explicada per Jeff Seal en un vídeo magistral i divertit), que buscava evitar els desnonaments sense «causa justificada». A partir de les persones amb qui vaig entrar en contacte en aquell moment, vaig escriure un reportatge sobre el tema per elDiario.es.
Manifestarse ante la sede del gobierno del estado de Nueva York no es tarea fácil. Mientras la mayor parte de la población del estado se encuentra en la ciudad del mismo nombre, el Capitolio y la sede del gobierno se encuentran en Albany, a unos 240 quilómetros de la Gran Manzana. A pesar de eso, centenares de personas se desplazaron hasta ahí el pasado 17 de mayo desde varios puntos del estado para reclamar a sus representantes que voten a favor de la ley de regulación de alquileres que plantea la plataforma Housing Justice for All (Justicia Habitacional para Todos y Todas), la ley del “desahucio con causa justificada”. Este martes un grupo de activistas irrumpió en la cámara para exigir una respuesta al problema de la vivienda antes que se acabe el periodo legislativo este jueves. Según algunas encuestas, la propuesta cuenta con el apoyo del 69% de los votantes del estado, pero el liderazgo del partido Demócrata no tiene previsto aprobar el texto presentado por su senadora Julia Salazar.
En ambas ocasiones, ahí estaba Andrea Shapiro, del Met Council on Housing, una entidad que trabaja para organizar y acompañar inquilinos en distintos puntos de la ciudad, y junto con otras organizaciones —la mayoría de carácter más local, de barrio—, forman parte de la plataforma Housing Justice for All. Desde Nueva York, celebra el éxito de la manifestación del pasado 17 en Albany, la más importante que han organizado desde el inicio de la pandemia, asegura. “Había gente que vino desde las principales ciudades del estado y eso que, por ejemplo, Buffalo está a seis horas de la capital; es increíble poder contar con gente dispuesta a tomar un bus a las cuatro de la mañana para ir a protestar”, celebra.
Reportatge complet a elDiario.es.